Militar arrestado por la dictadura de Fulgencio Batista tras realizar un complot contra el gobierno de facto.

Historias verídicas cubanas – Triunfo de la revolución cap 6 pag. 306

Tan pronto pusieron pie en tierra, el excoronel Barquín y sus hombres, previos los saludos de rigor con familiares y amigos que esperaban su llegada debajo de la escalerilla del aeroplano, se dirigieron a asumir los mandos del Estado Mayor dentro del cuartel militar. Montado en el carro de uno de sus hermanos y seguido por sus colegas, Barquín visitó primero la división de Infantería, sus oficinas, la estafeta, para tratar desde allí entablar comunicación con la presidencia provisional que se había nombrado en Santiago de Cuba y luego se dirigió la jefatura de la plaza. Tras la debacle militar de los últimos días y debido la incapacidad para gobernar de la junta nombrada por Batista, y hasta la inminente llegada de Camilo, se lo había designado, también provisoriamente, al frente de la Fuerzas Armadas.